Cuando empecé este trabajo, lo único que tenía claro era contactar con Benito Bermejo para conocer un poco la historia de Enric, pero no sabía cómo lo iba a terminar. Hoy sé que esta historia no acabará... ni tendrá un final concreto, ni lograré una conclusión... ¿Qué final podemos dar a un trabajo que es interminable? La memoria de Enric está en cierta forma recuperada, pero hay tantos otros... que ni tan siquiera tienen un número por donde empezar a buscar, sus vidas fueron borradas. Y hoy vemos desolados que en otros lugares vuelve a pasar lo mismo.
Lluis Fontané se esfuerza en que muchos tengan la poca información bien contrastada. Enrique Urraca sueña con que todos tengan guardada su memoria. Juan Ocaña también lucha para que todos recuperen su dignidad. Emita Diaz de Begar y Sergio Barba por que todos recorramos "los caminos del exilio" para recordar. Entre Isabel Martinez y Jesus Rodriguez pretenden que perdure la memoria en forma de una tupida red o mosaico de adoquines. Y entre todos crean un sendero, caminan "sin tropezar" por que van de frente, conscientes donde pisan y atentos, viendo con esperanza el horizonte.
TODOS son unos verdaderos soñadores, sueños que hacen realidad con su trabajo y tesón. Sueñan despiertos... sueñan con los ojos vidriosos pero con coraje y determinación. Ellos y sus asociaciones contribuyen a la preservación de la memoria de los vencidos, y eso no es fácil. Esta semana hemos sabido que uno de ellos ha fallecido, Jordi Riera, fundador de Triangle Blau, este es un sentido homenaje a tanta gente como él, que viven con la determinación de recordar.
Muchos de los exiliados, vivieron entre los cambios de cada día, días convulsos, les tocó tomar decisiones, a menudo entre las protestas, los altercados, las tensiones, las políticas incongruentes, entre los acuerdos efímeros, los desacuerdos viscerales, la incomprensión, la guerra, la lucha, los principios, los distintos bandos, sus razones, el dolor, el miedo, las heridas, la sangre, el exilio, la ayuda, la solidaridad, la tortura, la deshumanización, algunos por suerte sobrevivieron, pero otros no, murieron, fueron asesinados. Enrique siempre me dice que una vez has vivido la barbarie o has convivido con algún deportado, "ya no eres el mismo", por eso me recalca la importancia de la difusión, relatar y contar.
Hoy he recibido de la asociación Triangle Blau, el mejor regalo posible, un reconocimiento por el trabajo que he realizado con Enric. ¡Que sorpresa¡
Se trata de una placa adherida a un trozo de madera de algún Chopo que bordeaba la Avenida Perpinyà en Figueres. Que el ayuntamiento tuvo que talar por estar enfermos y así salvar los otros. La simbología es importante, las ramas de esos árboles quizás vieron recorrer en su huida a la familia Moner y más tarde miles de otros a un futuro incierto.
Gracias a todos por ayudarme a imaginar...y a soñar con vosotros.
En la placa está grabada un poema de Pere Quart ( Joan Olivé i Sallares 1899-1986) (+info), que Lluís Fontané me lo ha traducido del catalán:
Para que nos perdone la guerra,
que lo ensangra, que la estropea,
antes de pasar la linea,
me tumbo y beso la tierra
y la acaricio con mi espalda.