Convencido de su cometido, no quiso que en su ficha de deportado apareciese otra profesión que la de religioso, a pesar de que el Kapo que se encargaba de rellenar la "
" le sugiriese que dijera que era "jardinero". Cuenta también, el deportado
que en la enfermería, el padre Gay y él mismo intentaban levantar la moral a los enfermos, a pesar de la siempre hostil acogida del
, literalmente "sucio cura", pero incluso infligiéndole golpes o insultos, éste le excusaba, argumentando que el alemán había recibido tales maltratos en sus ya 6 años de prisión, que su cabeza estaba desequilibrada. El Abbe Gay seguía tratándole respetuosamente, y le solicitaba permiso todos los días para dar la extremaunción a los que "dios quería llevarse con él", privándose el padre de su propia comida para dársela a otra que creía que lo necesitaba más que él, o ofreciendo la mayor parte del "colis" o paquete que había recibido de parte de su hermana desde Nantua.
Celebraba sencillas misas clandestinas de despedida por las almas de los deportados. Alguno recordaba la pequeña cajita con doble fondo donde el padre guardaba las obleas, sagrada forma, para mantener la esperanza y no resignarse a lo evidente. Esas obleas las consiguió convenciendo al cura de Stecoviche, Alois Betik, que a su vez se las envió a través de otro cura de Picovice, quien le pudo entregar 15 ostias consagradas, el 18 de diciembre de 1944 y la segunda vez el 8 de febrero de 1945, dando las gracias en escuetos mensajes en latin.
Hechos que relataron tanto
Simón PERNOD y el
Abbe Emil HELMER (+info), que aún era seminarista cuando estuvo prisionero en Hradischko, escribieron en una carta a las autoridades eclesiásticas. Pero desgraciadamente ni con estas obras de caridad y sacrificios, fue capaz de salvar a muchos otros deportados. En los primeros meses, sólo
Maxime SARLAT, fue el único que sobrevivió a la terrible neumonía que acecho el campamento, la causa de más del 40 % de los fallecimientos en el campo. Esas circunstancias le dejaron tan impactado que no pudo expresarlas hasta su avanzada edad. A los 93 años escribió un emotivo y dramático testimonio a la asociación de familiares de deportados, donde aún se preguntada por qué siguió vivo, se sentía culpable. Además se preguntaba si lo que vivió fue real, incluso cuando vio la sombra del enfermero
Paul Hug recoger es su escubilla trozos del cuerpo ametrallado del Abbe Gay. Esa imagen la tenía grabada y no se la podía quitar de la cabeza. ¿Fue el sacrificio del Abbe Gay tan misericordioso hasta el punto de llegar a saciar el hambre de uno de los verdugos de su rebaño? ...
Francois Starck dijo que siempre que algún prisionero desfallecía, el cura era capaz de cargar la carretilla y hacer los trabajos más duros, para que pudiera descansar.
Jean Bolen, otro superviviente (amigo íntimo de Gregoire Uranga y a quién le ayudó a empezar una nueva vida después de sobrevivir), sólo confeso al Padre Gay sus conocimientos de la lengua germánica. Jean finalmente accedió a escribirle las cartas que quería enviar el padre Gay, a escondidas, al cura de Hradistko, por supuesto sin querer pasar por el interprete del barracon. Al finalizar la guerra, enérgicamente argumento con que gran humanidad obró el Padre, diciendo: "Si alguien pidiera testimonios de todo lo que hizo el padre, haría falta un libro entero".
"Gabriel Gay, prêtre - de Nantua aux camps nazis", el libro
Ése libro lo ha escrito Bernard Millet. En una redacción clara y profundo respeto. Recientemente en una conversación que he podido hacer telefónicamente me comentó que en efecto, Monseñor Pascal Roland, obispo de la diócesis de Belley-Ars, estaba considerando un juicio en reconocimiento del martirio de Gabriel Gay o llamado “el vicario de Nantua”, por parte del Vaticano, en 2014. Al parecer una investigación se inició, y así fue como le pidieron a Bernard escribir la biografía del Padre Gay. Por desgracia, la muerte del Padre Lambert ha dejado la iniciativa aparcada, pero le he solicitado que por favor se informé de como podemos relanzarla y ha prometido tenerme al corriente.
A su vez, he comentado al memorial de Flossenbürg y ellos también han mostrado interés. Se que otros religiosos ya han sido reconocidos mártires por ser deportados y haber ayudado a los prisioneros de otros campos, incluso en el mismo campo de Flossenburg. También está el caso de el pastor evangélico y resistente, Dietrich Bonhoeffer (1906-1945) quien fuera ejecutado el 9 de abril de 1945 en el patio de detención del campo de concentración junto con miembros de la resistencia del 20 de julio por orden expresa de Adolf Hitler. (enlace)
Según la iglesia católica, sí es cierto, que en algunos lugares ese martirio se manifiesta de manera más cruel, como en el caso del Abbe Gay, como consecuencia de la represión nazi, “Es la imagen que tenemos de los mártires, al pasar por las pruebas más difíciles que pueden existir. Es el testimonio de la fe y de la vida. Pero cuando alguien es declarado mártir, no es por la crueldad con la que mueren, sino por mantenerse fieles a Cristo”.
Esperemos que al Padre Gay se le pueda reconocer su compromiso inquebrantable por salvar no sólo el alma de muchos prisioneros, sino por su gran humanidad y por auxiliar moralmente a los deportados.
"Gabriel Gay fue un hombre ordinario, si, pero sus principios enraizados en su profunda humanidad lo convierten en excepcional"
- In memoriam -
Carta de Pascal Roland, donde hace llamamiento a recabar información sobre el Padre Gay.
En homenaje al Abbe Gabriel Gay y a todas las víctimas de la región, el departamento erigió un monumento por su memoria. Las cenizas dentro de su Urna se pudieron repatriar de Praga y están enterradas allí.
Curiosamente, el historiador Bernard Millet me confesó que, en una comprobación de sus cenizas, se encontraron dos balas. Pero, sólo se conserva una de ellas, la segunda alguien la cogería, y no se ha podido recuperar.
Bibliografía:
. webs relacionadas:
https://saintmichelnantua.com/Abbe-Gabriel-Gay-1936-l-arrivee-a
https://saintmichelnantua.com/Abbe-Gabriel-Gay-La-Formation
-Agradezco a Bernard Millet su amable ayuda y por aclarar mis dudas.
El Grupo de trabajo por la memoria de los deportados del campo de Hradischko, se adhiere a la iniciativa para impulsar y solicitar al Vaticano, la proclamación del Abbe Gabriel Gay como martir.
Podéis comprar el libro directamente contactando con el autor Bernard Millet o a través de éste
Enlace.
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Nota: Traducción de la carta del Padre Bendik de la parroquia de Stechovice (Rep. Checa):
" Testimonio Alois Bětík, el administrador católico romano en Štěchovice, publicado en el "Calendario de amigos de niños abandonados" en 1946 en el artículo "Amigo desconocido".
"...Algunos piensan que tienen que conocerse para ser amigos muy bien y profundamente tienen que conocer el corazón del otro para que su amistad sea posible, pero aún así, a veces, un extraño puede ser un amigo, una persona que nunca hemos conocido, en ese caso, son sólo nuestras almas tocándose, y es por eso que tal amistad puede ser todavía más profunda. Yo también tuve un amigo completamente desconocido, a quien nunca había conocido, a quien yo mismo nunca había visto. Era un sacerdote católico francés, Gabriel Gay, capellán de Beourg, un alma buena, piadosa y santa. Padre Gabriel Gay fue víctima del sangriento régimen nazi y murió en un campo de concentración entre 447 enfermos encarcelados en Hradištek cerca de Štěchovice. Así que él, el siervo de Cristo, el mediador entre el cielo y la tierra, se humilló tanto que tuvo que vestir un traje de castigo como un criminal. Él también, que por amor a los suyos, calentó el corazón de sus feligreses cansados y sufrientes, y tuvo que soportar el frío, entregando todo lo que tenía, incluso su corazón. Tuvo que experimentar la necesidad y la miseria como el último paria de la humanidad - también él, que entregó los fieles el pan de vida, el Salvador sacramental, se encontraba muchas veces sin alimento, sin pan y hambriento. Este buen sacerdote, que sólo quería el bien de las personas y se esforzaba con todas sus fuerzas por la salvación y no conocía el cansancio a la hora de salvarla, para el régimen nazi depravado, como miles y decenas de miles de otros sacerdotes, era solo un convicto con el número 6894 en su traje.
¿Cómo conocí a este amigo? Sucedió de esta manera. El padre Gabriel Gay me veía a veces cuando yo tenía prisa por cumplir con mis deberes espirituales, mientras él tenía que ir a su trabajo en la prisión. Estaba pensando en cómo al menos establecería relaciones escritas conmigo.
En Hradištko, en la fecha del 21 de diciembre 1944, en la fiesta del Sacrificio de María, me escribió de ésta forma en latín. " ¡Venerable Señor, amadísimo en Cristo! Soy sacerdote de la Santa Iglesia Católica Romana, de la Diócesis de Bel Licens en Francia (Diócesis de San Juan María Vianney, Párroco de Ars), y ahora estoy preso en el campo de concentración de Hradištěk. Entre los prisioneros aquí, soy el único sacerdote; además, hay un teólogo (seminarista). Fui arrestado por la Gestapo como rehén. Aquí no es posible realizar deberes sacerdotales, para servir a Santa Misa, ni para recibir el Cuerpo del Señor."
A fines de noviembre de 1944, un joven que trabajaba en Hradištek vino a la rectoría de Štěchovice y me entregó otra nueva carta, cuya traducción dice así:
"...Puedes comprender el dolor de mi corazón sacerdotal. Por eso, no te sorprendas que me dirijo a Ti para que me ayudes en mi desolación y abandono. Es posible que usted, después de una cuidadosa consideración, me envíe estos libros: Nuevo Testamento, Siguiendo a Cristo y santo sacramento. Misal Romano para aprovisionamiento. He estado sin poder dar misa durante diez meses. Puede contar con mi discreción y cautela. Yo y mi guía, el teólogo, sus hermanos en Cristo aquí, les enviamos saludos y les pedimos Su bendición sacerdotal. Gabriel Gay, sacerdote.
P.D.: Espero una respuesta de usted en este petición."
Y yo respondí algo así:
"¡Querido amigo en Cristo! Leí tu carta con gran alegría y emoción. Sinceramente lo siento por ti y lo comparto contigo. Pero no te desanimes. Nada en el mundo dura para siempre, ningún árbol crece hasta el cielo. La guerra ya está llegando a su fin, y con ella también terminarán sus dificultades. Intentaré conseguir los libros especificados. Por el momento, solo envío el Misal Romano y algunas cositas para comer. ¿Podríamos tal vez hablarnos en persona? ¡ fortaleza! El devoto Alois Bétik, administrador, os saluda calurosamente en Cristo".