Vicente Vila-Cuenca. Debajo de una piedra, salen mil historias...
por Unai Eguia / 26.4.2024
Conocí a Cristina Cristóbal Mechó, a través de mis amigos Isabel y Jesús (enlace), un matrimonio de Madrid, que después de jubilarse encontraron una motivación en su nueva vida y desde entonces, ayudan y buscan familiares de deportados españoles para colocar piedras conmemorativas o Stolpersteine. Proyecto del artista Gunter Demnig. Ellos me animaron y ayudaron en darle forma a mi iniciativa de crear un grupo con las personas y familiares de los deportados del campo de Hradischko en la Republica Checa, que fuera encontrado... y mirar donde hemos llegado...


Vecinos de Alberique que han ayudado en la instalación del adoquín de Hradistko. Foto; Cristina Cristóbal
Bien... voy al grano
Cristina, es nieta de un deportado muerto en el campo de Dachau. Un día mis amigos de Madrid, me llaman para decirme que han encontrado una señora en Toulouse que tiene unas "maletas del exilio" pertenecientes a sus abuelos. Y me solicitaron ir a visitar a esa señora, Jani asi se llamaba.
Quedé con ella. Una tarde del verano pasado. Era un día de mucho calor. La señora me llevo al sótano para enseñarme las maletas y los objetos de su familia. Yo me fijé en una determinada maleta... llena de papeles y mucho dinero. Dinero fuera de curso legal, perteneciente al tesoro nacional republicano. En esa misma maleta, había mas papeles y le pedí permiso para sacar algunas fotos a algunos documentos. Ella recordaba que le dijeron que su abuelo había muerto en la enfermería del campo... pero lo que me enseño, fue nada mas y nada menos que las ultimas voluntades de Eleuterio Diaz Tendero (mas info) su abuelo, un destacado militar de carrera leal al Gobierno República de España y que se había exiliado en Francia, detenido en el Campo de concentración de Vernet L´Ariege (muy cerca de Toulouse) y enviado a Alemania en un tren llamado "Fantasma" pues fue un transporte, que recorrió todo el Sur de Francia recogiendo presos de los distintos campos franceses y prisiones y todos fueron enviados a los campos de Alemania, con la connivencia de las autoridades francesas, que deliberadamente no registraron en ningún documento, para que no quedara constancia de ese transporte... Precisamente ese tren fueron los abuelos de estas dos señoras de las que os hablo.
Sigo... prometo ser breve.
Resulta que la carta que estaba en esa maleta del exilio, era efectivamente, una carta del abuelo de Jani, dirigido a su esposa desde el campo de exterminio de Dachau, que el medico español, Dr. Parra, que era ayudante de la enfermería en el campo de Concentración, pudo mecanografiar clandestinamente para poder notificar a la familia su fallecimiento al finalizar la guerra. Es una carta desgarradora, donde Eleuterio Díaz Tendero (abuelo de Jani), cuenta como poco a poco se están muriendo sus camaradas y a él mismo solo le quedan instantes de vida ( palabras textuales).
Y resulta que uno de los deportados que cita en esa carta, era el abuelo de Cristina Cristóbal Mechó, de quien anota su muerte.
Yo no conocía a Cristina hasta entonces, pero cuando supo por Isabel y Jesús la existencia de esa carta de últimas voluntades, me llamó inmediatamente y al verano siguiente, viajando por el mismo itinerario que realizó su abuelo Cristóbal, tambien recaló en Toulouse y aprovechó a conocer a Jani.... el momento es indescriptible... un momento que jamás olvidarán. En la carta Díaz Tendero "pide que las familias nos conociésemos", me comenta Cristina, y lo lograron, 79 años más tarde. Y las dos pusieron juntas la Stolpetstein en Madrid a Eleuterio Díaz Tendero.... Nos quedamos sin palabras. Desde entonces, se tratan de hermanas... figuraros la conexión entre ellas dos. Para mí es algo me hace pensar... ¿Cómo es posible tantas carambolas, en vidas tan alejadas?
Pero aqui no acaba la historia...
Resulta que Cristina, ya como mi amiga, se interesó por mi investigación y sobre todo, la increíble historia de Frantisek Suchy... Siempre me comentaba lo excepcional de la historia, los valores que se transmiten a través de la entrega y sacrificio de personas anónimas que hacen cosas excepcionales, arriesgando su propia vida y la de sus seres queridos... Congeniamos muy bien Cristina y yo... y desde entonces le comentaba todos los progresos... Fue ella por ejemplo que sabiendo que íbamos a Praga al homenaje por las victimas del nazismo, se adherió, en nombre de la asociación que preside "Amical Dachau"... un detalle que significó un espaldarazo al proyecto y evento posterior.
Cristina, siguió leyendo mis escritos, y de pronto, cuando leyó la lista de incinerados... reparó en un deportado... Vicente Vila-Cuenca... pues nació... en Alberique, el mismo pueblo que sus abuelos... Entonces Cristina me volvió a llamar compungida.
"No es posibLe", me dijo ella con su acento Catalan-valenciano tan encantador y sus frases claras... Y así me confirmó esa casualidad... Desde entonces, me ha ayudado a buscar cualquier rastro, documento y se involucró en la búsqueda de los familiares de Vicente Vila-Cuenca, asesinado en Hradistko y al que por desgracia no pudimos localizar a su familia.
Resulta que Cristina, ya como mi amiga, se interesó por mi investigación y sobre todo, la increíble historia de Frantisek Suchy... Siempre me comentaba lo excepcional de la historia, los valores que se transmiten a través de la entrega y sacrificio de personas anónimas que hacen cosas excepcionales, arriesgando su propia vida y la de sus seres queridos... Congeniamos muy bien Cristina y yo... y desde entonces le comentaba todos los progresos... Fue ella por ejemplo que sabiendo que íbamos a Praga al homenaje por las victimas del nazismo, se adherió, en nombre de la asociación que preside "Amical Dachau"... un detalle que significó un espaldarazo al proyecto y evento posterior.
Cristina, siguió leyendo mis escritos, y de pronto, cuando leyó la lista de incinerados... reparó en un deportado... Vicente Vila-Cuenca... pues nació... en Alberique, el mismo pueblo que sus abuelos... Entonces Cristina me volvió a llamar compungida.
"No es posibLe", me dijo ella con su acento Catalan-valenciano tan encantador y sus frases claras... Y así me confirmó esa casualidad... Desde entonces, me ha ayudado a buscar cualquier rastro, documento y se involucró en la búsqueda de los familiares de Vicente Vila-Cuenca, asesinado en Hradistko y al que por desgracia no pudimos localizar a su familia.
Es por ello que, a aquel primer viaje a Praga, vino el atrevido concejal del PSOE, Juan Vergara. quien se aventuró a venir desde Alberique, él sólo, para honrar y representar a la familia que no habíamos podido localizar.
Juan Vergara, aceptó esa responsabilidad y después de recibir un adoquín que el ayuntamiento de Hradistko nos regaló a cada familiar con la inscripción de cada deportado, prometió colocarlo el de Vicente en el pueblo de Valencia.
Juan Vergara, aceptó esa responsabilidad y después de recibir un adoquín que el ayuntamiento de Hradistko nos regaló a cada familiar con la inscripción de cada deportado, prometió colocarlo el de Vicente en el pueblo de Valencia.
Sin saberlo, esos adoquines finalmente, han sido un regalo muy acertado. Han sido un talismán, una fuerza renovadora para seguir investigando, con el propósito de encontrar a las familias. El ayuntamiento de Hradistko con ese presente hizo despertar la memoria olvidada de los deportados asesinados y desaparecidos. No sabremos nunca agradecerlas por tener ese detalle..


Han pasado algunos años desde entonces, cierto, cambios en un panorama político indefinido, tambien, pero con ayuda de los nuevos concejales de Alberique, como María Jesús Penadés, comprometidos con la memoria histórica y democrática de su pueblo, por fin ese adoquín ha sido instalado en el pueblo, aprobando la moción de Vicente Vila Cuenta y su instalación en el monolito por "todos los caídos por España".
Cristina y los demás amigos, han luchado, buscado, pero no ha encontrado por desgracia aún a nadie de sus familiares... pero lo importante es que, después de dos años, el 18 de mayo, consiguieron colocar por fin el adoquín ofrecido a las familias, por el ayuntameinto de Hradistko por la memoria de los deportados españoles asesinados en su pueblo.
Es una historia de voluntad, de dignidad, llena de casualidades, de conexiones... y amistades cruzadas... atemporales... presentes... basadas en principios de justicia y reparación.
Por fin otro incinerado por Frantisek Suchy podrá ser recordado en el pueblo que le vio nacer.
Esta es la historia de una piedra, un adoquín de Hradistko, un adoquín que los deportados colocaron ellos mismos cuando construían esa carretera, obligados por un régimen de intolerancia y desprecio. Ese adoquín ahora será esencial en otro camino, uno en la que todos los demócratas podamos recorrer unidos, paso a paso, para ir reparando y construyendo una sociedad basada en el respeto a los demás.
Mira donde nos ha llevado esa carretera y donde hemos llegado.

Conferencia impartida por Cristina para explicar el itinerario de la deportación de Vicente Vila-Cuenca.

NOTA curiosa y otra carambola:
Pues bien... no os lo vais a creer... un amigo mío, al que he ido contando todo ésta investigación, resulta que su tio, fue deportado tambien a Dachau. Anteriormente le había ayudado a investigar un poco sobre él, Lorenzo Ibáñez-Izco, así se llamaba. En la carta, Eleuterio tambien lo cita. Algunas veces no me creo las conexiones..

Juan Vergara en Trebsin portando el adoquín de Vicente Vila-Cuenca. Secuencia grabada por el equipo de rodaje del realizador Oier Plaza de la productora Filmak-media. para el reportaje sobre el homenaje.

Adoquín ofrecido a la familia por el ayuntamiento de Hradistko en la República Checa.
Cristina y los demás amigos, han luchado, buscado, pero no ha encontrado por desgracia aún a nadie de sus familiares... pero lo importante es que, después de dos años, el 18 de mayo, consiguieron colocar por fin el adoquín ofrecido a las familias, por el ayuntameinto de Hradistko por la memoria de los deportados españoles asesinados en su pueblo.
Es una historia de voluntad, de dignidad, llena de casualidades, de conexiones... y amistades cruzadas... atemporales... presentes... basadas en principios de justicia y reparación.
Por fin otro incinerado por Frantisek Suchy podrá ser recordado en el pueblo que le vio nacer.
Esta es la historia de una piedra, un adoquín de Hradistko, un adoquín que los deportados colocaron ellos mismos cuando construían esa carretera, obligados por un régimen de intolerancia y desprecio. Ese adoquín ahora será esencial en otro camino, uno en la que todos los demócratas podamos recorrer unidos, paso a paso, para ir reparando y construyendo una sociedad basada en el respeto a los demás.
Mira donde nos ha llevado esa carretera y donde hemos llegado.

Conferencia impartida por Cristina para explicar el itinerario de la deportación de Vicente Vila-Cuenca.

¿Qué sabemos de Vicente Vila-Cuenca?
La urna de Vicente Vila-cuenca se encuentra en el cementerio Crematorio de Strasnice en Praga (enlace).
NOTA curiosa y otra carambola:
Pues bien... no os lo vais a creer... un amigo mío, al que he ido contando todo ésta investigación, resulta que su tio, fue deportado tambien a Dachau. Anteriormente le había ayudado a investigar un poco sobre él, Lorenzo Ibáñez-Izco, así se llamaba. En la carta, Eleuterio tambien lo cita. Algunas veces no me creo las conexiones..