El sábado, 28 de mayo de 2022, fue un día señalado.
En el trascurso de éste año, ha habido numerosos acontecimientos, pero éste fue muy especial. Se trataba de colocación del "adoquín conmemorativo" o Stolpersteine por la memoria de uno de los nuestros, Anjel LEKUONA BEITIA, asesinado en el campo de concentración en Hradistko (Rep. Checa) por los SS, y localizada recientemente sus cenizas en Praga.
Previamente, Anton Gandarias, sobrino de Anjel, me invitó a la reunión que se celebró en el ayuntamiento de Busturia para tratar de coordinarnos, y así tuve la oportunidad de contarles cómo se colocó la Storpersteine de Enric MONER en Figueras. Todo un ejemplo en mi opinión. Pues esa ocasión fue un compromiso entre lo institucional y lo familiar. Pero incluso éste se podía mejorar, cómo así intente trasladarles a los sentados en la mesa.
La reunión, dirigida por Idoia Etxebarria, concejala de cultura, una mujer dispuesta, quién me dio la sensación nada más conocerla, que tenía nobles principios y estaba acostumbrada a escuchar y aprender sin imponer, con mezcla de ilusión y nervios por la gran responsabilidad que sentía; me dejó que me sintiera agusto y uno más del grupo para ayudarles en los preparativos. Sentiamos una gran responsabilidad por la colocación de la primera Stolpersteine en Euskadi y con la inscripción en euskera.
Yo les recalqué a todos que lo principal era rendir homenaje al deportado Anjel Lekuona y a su familia, pero que el pueblo y sus vecinos debían ser invitados y así hacerles participes a ellos también, con la intención de que se apropiaran de la memoria de Anjel, pues a mi parecer a partir de ahora debe ser la "memoria" de todos nosotros, pero más la del pueblo de Busturia que la guardará y la cuidará. Todos estuvieron de acuerdo. Por tanto esa fue la idea principal. Luego vendrían más.
Anton y yo ya habíamos decidido antes de la reunión, dónde podría ser colocado el adoquín. A los dos nos gustó la ubicación. Cerca de la fuente del barrio de Altamira, entre la Iglesia y el colegio. Evocando quizás los días que Anjel de chaval pasaría por ese lugar. Y así decidimos proponerlo al consistorio. Todo fueron facilidades. Al finalizar la reunión y discretamente plantee a Idoia una iniciativa que estaba preparando, pero que con miedo a crear muchas expectativas creía conveniente que Anton no lo supiera.
Los días previos fueron un frenesí, pues a través de "Anton" y para mi sorpresa, me llegó una escaleta, o guion, desde el Instituto Gogora de la mano de Ruth Cancelo, técnico de memoria histórica. Ahora sospecho que fue idea del propio Anton, eso de que yo fuera el que "diera paso" a las autoridades. Pero aún no me lo ha confesado... En dicho guión, se me planteaba ser ése día tan señalado, el presentador... toda un reto, pero que con la ayuda de mi colega Alain Undabarrena, compañero con gran experiencia, pude ir preparando sin agobiarme mucho.
Mientras tanto, los días avanzaban, y el homenaje fue cogiendo una dimensión aún más grande de lo que nos esperábamos. Resultó tal vez que muchos ya conocían lo ocurrido en Praga, exactamente un mes antes, y fuera precisamente eso lo que les motivó para no perderse éste homenaje emotivo y sin igual, sintiendo cómo una oportunidad que no podían perderse, participar en la iniciativa que dará pie, seguro, a más como ésta... y comenzar así, el reconocimiento del dolor causado, no sólo por lo sucedido hace ya 77 años, o más concretamente, 80 años - si tenemos en cuenta que todo esto comenzó por el golpe Franquista al Gobierno de la República-, sino por los años de silencio que las familias y parte de la sociedad ha sufrido también. Así que todas las adhesiones que Anton recibía, en un grupo de whatsapp que creó ex-proceso y después de sondear con su invitación "previa" a la oficial, fueron convirtiendo el evento en una oportunidad para reforzar en el trabajo que muchos habéis hecho por la "memoria histórica". Me imagino que por eso, muchos de vosotros queríais venir y ser participes. Habrá seguro otras razones. Cada uno que se pregunte el por qué, estaré encantado de saberlas.
Oier Plaza, el realizador de la productora de Filmak-media, quién nos acompañó hasta Praga para grabar parte del documental que tratará la vida de Anjel Lekuona, también estuvo esos días colgado del teléfono, echando un cable... haciendo "equilibrios", ayudando, pero siempre prudente pues intuía que el evento iba a depasar la primera idea... y ya en un par de semanas nos comentó que tenía un encargo para hacer un pequeño resumen que se proyectaría ese día... ilusionado y con su sonrisa de lado pues "se lo venia venir", fue otro cómplice en los preparativos que se estaban haciendo entre bambalinas... (ya llego...seguir leyendo)
Para el sábado 28 a las 12, todo estaba preparado. Autobús encargado por el ayuntamiento para traer a los invitados desde Bilbao, donde se alojaba la mayor parte. La calle cortada, grupo de sonido y pantalla gigante, sillas dispuestas en fila, escenario forrado de moqueta, micrófonos de mano, atril transparente, ramos, lunch en los soportales de la iglesia, póster con algunas fotografías de los deportados del campo que había mandado hacer Antonio Medina, el cuadro con la foto de Anjel en un caballete, y su Stolpersteine expuesta en una mesa junto al agujero ya preparado para su instalación.
Foto: IB Stolpersteine - Jesús Rodríguez.
Prensa, cámaras, fotógrafos, todo dispuesto, hasta el tiempo acompañó, en una mañana primaveral fresca y agradable.
Los operarios se afanaban para limpiar los dibujos que los niños habían realizado en el suelo con sus tizas de colores la tarde anterior, seguro ajenos a lo que iba a suceder en el pueblo. Me dio la sensación de que el objeto que se iba a instalar se iba a integrar perfectamente en ese lugar, no iba a ser una mera placa, y por eso les dije que los dejaran, que no siguieran limpiando más, que eso daba igual. De hecho pienso decirles a los profesores que el próximo 8 de Mayo, quizás después de la charla que pudiera dar Anton sobre su tío Anjel... los niños y niñas pudieran realizar "grafitis" en torno a ese adoquín, dibujando todo lo que se les venga a la cabeza sobre lo sucedido a un chaval del pueblo hace 77 años... seguro que será curioso ver sus reacciones y no me lo pienso perder si logramos hacer. Otra cosa más para tú lista pendiente, Anton!!.
Ama, mi madre, Itziar Bizkarralegorra, empezó tocando el violín para todos subida en el escenario, y yo ya sabia que tocaba también en recuerdo de su aitite, José Otazua, que no conoció, pues aquel junio del 1937, alguien lo tiró por la borda cuando intentó cruzar desde Santander hasta Cambon-les-Bains en Iparralde, Francia, donde le esperaban las familias Otazua y Zubiri. Aquél que asesinó a los "hombres de la casa", mi bisabuelo, el primogénito de los Zubiri Jon, junto al dueño de la joyería Viciola, para "hacerse" con lo que pudieron reunir para su exilio, antes de que las tropas franquistas se apoderaran de Bilbao, dejo huérfanos a tres familias. Esas notas eran también para su hija, nuestra Amatxi Geles, que esperaba a su aita Jose. Las cuerdas del violín sonaron a desgarro... no de "nervios", pero a la vez nos ayudó a guardar la compostura.
Di paso a Aitor Aretxaga el alcalde, nervioso, humilde y cercano, fue describiendo lo que representaba para el pueblo todo aquello. Una oportunidad y un deseo de guardar adecuadamente la memoria.
Después vino el video que Oier había realizado. Que dejo aquí el link (enlace) para que lo podáis ver también. Un video, resumen de lo mucho que hemos conseguido estos años de investigación... recuperar la memoria de los deportados del campo de Hradischko, y confieso que me provocó un mal trago emocional.
A continuación habló Aintzane Ezenarro, directora de Gogora, sabemos que tiene mucho que decir en pocas palabras, y quedó claro su compromiso y nos advirtió del equilibrio precario de los tiempos de paz, pues, una vez que los acontecimientos destruyen la convivencia, luego son muy difíciles de recuperar y el paso del tiempo tampoco ayuda.
Algunas veces tengo la sensación que las palabras se las lleva el viento o se traspapelan en esa maraña de archivos perdidos, con tantas cosas por hacer y prioridades marcadas por los sucesos de un presente avasallador o sin más, apilados en baldas que nadie quiere o pocos quieren remover, pues algunos lo impiden intencionadamente con su hastío o negligencia intencionada, para que pase el mayor tiempo y todo se diluya, y se olvide y se trate como algo histórico, sin emoción, ni sentimiento. Pero éste acontecimiento era real... era tan real que nos permitió traer a todo un protagonista, así que a partir de éste momento no quise subirme más al atril. Preferí estar con el público para darles la sorpresa.
Era un secreto que pocos sabíamos, y que logré realizar con personas, de esas que sé que sueñan y viven con ilusión, aunque quede "ñoño" o cursi decirlo. La ayuda de Gogora fue esencial y tomaron a bien mi determinación.
A continuación hice levantarse de entre el público al hijo de Gregoire Uranga, el cocinero superviviente del campo de concentración en Hradischko, quien escribiera la triste carta que daba la mala noticia a la familia Lekuona.
Esa carta, fue probablemente el Génesis de toda lo que estaba sucediendo en ese momento. La carta que llegó al caserío Apraiz aquel julio de 1945, y que desde entonces guardaban entre misales la familia Lekuona se había convertido en un símbolo, en una "brújula", en una estrella polar visible que nos indicó por donde buscar... aunque durante mucho tiempo permaneciera oculta entre el firmamento y no se pudo descifrar su mensaje, o identificar su constelación.
Aún hoy sospecho que Gregoire quizás si supiera que las urnas se escondían de los SS...en Strašnice, los demás franceses lo supieron, pero quizás él ya no tuviera más fuerzas o esperanza de que mereciera la pena decírselo a la familia o lo dejara para cuando se hubiera reunido en persona con los Lekuona, hecho que sabemos que tampoco sucedió a pesar de su intención, como lo dejó escrito en la carta.
Cuando expliqué todo esto, Robert Uranga, hijo de Gregoire, se abrazó a mi y a Anton y emocionado contó cómo su padre ayudó a tantas personas a ir sobreviviendo en el campo... y todos comprendimos el acto de gran humanidad que hizo su padre escribiendo esas líneas tan precisas, entre el dolor de perder un amigo, dar el pésame y denunciar a los asesinos... además de describir la pista con la que tantos años después ha posibilitado localizar las cenizas de Anjel y de tantos otros.
Robert, junto a su mujer Christelle y su hijo Mateo, viajaron desde París en coche, casi 11 horas de viaje, para estar junto a nosotros, en un deber moral que Robert tiene con la memoria y recuerdo de su querido padre. Él sabía por amigos de su padre, mas concretamente por los supervivientes Jean Bollen o Paul Sacou, entre otros, lo que su padre hizo en el campo nazi para ayudarles, pero desconocía que hubiera escrito esa carta a los Lekuona. Esa carta que el ayuntamiento enmarcó e Idoia le entrego en su nombre. Un presente que colgará con orgullo en la pared de la memoria familiar y nosotros recordaremos.
A continuación Anton Gandarias, hizo un resumen, tantos años de lucha y búsqueda se describen con sólo lágrimas... y lo entendimos todos, pero guardó la compostura y pudo hablar con sus habituales frases de quitar hierro y enfatizar frases lapidarias, que no dejan indiferentes a nadie:
"El adoquín de Anjel en Busturia supone cerrar el círculo" y no se lo cree ni él...
Al finalizar las intervenciones, hice un gesto con otros descendientes de las familias de otros deportados compañeros de Anjel Lekuona que vinieron también a Busturia, Renée Collart Moner, nieta de Enric Moner, Concepción y Antonio Medina, nietos de Antonio Medina, y agradecí especialmente a todos los que nos han ayudado y nos han dado consejos en esta búsqueda.
Se hizo entrega de un ramo de flores a Graciela y Elvira Lekuona, hermanas de Anjel. Por desgracia, esta misma semana ha fallecido una de ellas, Elvira (que se encontraba sentada en una silla de ruedas), y hoy mismo, éste domingo 19 de junio ha fallecido Graciela. Aprovecho para dar mi sentido pésame a la familia. Las dos pudieron estar en el reconocimiento a su hermano Anjel, aunque se preguntaran por qué se esperó tanto tiempo. Anton puede estar orgulloso de que se pudiera hacer antes de su fallecimiento.
Al finalizar Teo Gandarias, hermano de Anton, se me acercó, recordándome que el mundo es un pañuelo, y que mi Aitite Alberto Eguia, el famoso pelotari Gernikes, era amigo íntimo de Felipe Arrien, su suegro. Vamos, que estaba escrito no se donde que los Gandarias, Arrien y los Eguia volvieran a juntarse... estas cosas curiosas tienen las casualidades "místicas" o celestiales... quien sabe... y cómo sabéis algunos tampoco es la única entre los Gandarias y yo... pues también he sido profesor de los dos hijos de Anton.
Luego vino la colocación del Stolperteine. Que fueran las manos de un Medina me dio que pensar. Quizás también fueran las de su abuelo las que ayudarían a Anjel a salir del matadero que se iba a convertir la enfermería del campo de Hradischko, cuando supieron que iban a ser asesinados todos los convalecientes antes de la evacuación del campo. Y fueran precisamente las manos y brazos de Antonio Medina, Pedro Raga, Rafael Moya y del propio Enric Moner las que ayudasen a levantarse de esa cama donde estaría postrado Anjel... y los 5 junto a Vicente Vila-Cuenca fueron ametrallados por no saber que ese día el "juego" de los jóvenes SS de Erwin Lange, era dar la orden de "¡Hinlegen! ¡Kopf runter!", gritando "¡Al suelo¡", mientras iban al trabajo por el camino adoquinado que ya conocimos, entre Hradistko y Zavist. Y seguido, de una ráfaga de ametralladoras desde atrás, logrando asesinar a los que no habían sido ágiles en su reacción... o no supiera nada y lo pillase de improviso... como así sucedió con ellos. Luego vinieron otras atrocidades.
Pero no se trataba de eso, aunque lo dije en público, para que supiera la gente lo que sucedió.
Se trataba de colocar un adoquín. Previamente se vertió en el hoyo un puñado de tierra de Hradistko que traimos de nuestra visita al campo cerca de Praga y del campo de Flossenbürg que Isabel Martínez y Jesús Rodríguez, dos buenos amigos e impulsores de la iniciativa de colocar Stolpersteines, habían traído de su último viaje.
La colocación fue hecha con mimo por Antonio y la ayuda de Gotzon hijo de Anton Gandarias y Amaia. Rodeados del público y los niños que veían con interés, sonaba siseantes de nuevo las notas del violín con la canción "hegoak ebaki banizkio" ( si le cortase las alas ya no sería un pájaro) de Mikel Laboa un canto por la libertad, que muchos y me incluyo susurramos . Bonito momento.
Seguido el "aurresku de honor" con el txistu, dio solemnidad al final del homenaje y finalmente la ofrenda floral que se fue haciendo como reverencia y en silencio.
Terminado todo, era tiempo para las fotos, saludos a conocidos, compañeros de trabajo, amigos como Marc Andreu (Director del Memorial Democratic de Islas Baleares) y a personas que aún sólo conocíamos epistolarmente, como a Mikel Garteiz-goxeaskoa, cónsul honorario de la República Checa para Euskadi y Navarra, a miembros de Asociaciones venidos de Figueras, Triangle Blau, Barcelona, Perpiñán, Laredo, Madrid, o de Gernika, familiares de deportados de otros campos, historiadores, sin los que hubiera sido difícil llegar hasta aquí y lograr todo esto o a Gotzon Egia, nuestro redactor jefe en wikipedia, lo digo con respeto y admiración pues es él, el que ha escrito concienzudamente las biografía de Anjel Lekuona y Enric Moner y promete ayudarnos más aún.
Hubo risas mientras nos presentabamos unos a otros y más agradecimientos mientras comíamos los pinchos en el lunch, que nos quedamos cortos por la gran afluencia que hubo y el calor. Pero todo el que quiso pudo acercarse a tomar algo, el buen ambiente dio pie a hablar y conocerse. Ver a muchos vecino del pueblo me convenció de que habíamos logrado nuestro propósito. Acercar la memoria de Anjel al pueblo y que éste la recuerde a partir de ahora.
Y así finalizó el merecido homenaje a Anjel Lekuona, un vecino de Busturia como otro cualquiera, que el pueblo le vio nacer, crecer y que le tocó vivir unos acontecimientos excepcionales, empujándole a sucesos deleznables, crueles, e injustos, pero que finalmente su sacrificio ha sido reconocido, y a partir de ahora se le recordará adecuadamente.
-Goian bego Anjel -
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Algunas Fotos:
Oier Plaza, un realizador con sentimiento
La mayoría de las fotos son de Jesús Rodríguez. Para ver más fotos (enlace)
Jean Bolen certificó que Gregoire Uranga arriesgó su vida por los demás en el campo de Hradischko.
Nota: en Julio se celebrará en Busturia un homenaje por los fusilados del pueblo.
Queda para el próximo año la colocación del panel explicativo, y así contextualizar la vida de Anjel Lekuona.
Resumen en Video del acto de Busturia