El 11 de Junio di mi primera conferencia sobre la vida o epopeya de Enric Moner en la pequeña ciudad balneario de Le Boulou, Francia.
Fue en el auditorio de la Maison de l'eau et de la Méditerranée, una sala que al principio me dio mucha impresión pero que resultó muy adecuada, y acogedora para este tipo de conferencias.
Dentro de "Las jornadas republicanas transpirenaicas", primero se proyectó la película dirigida por Montsé Armengou Martín, directora de TV3 Catalunya "Los hijos robados del franquismo". Una película estremecedora, documentada, intercalada con entrevistas de las propias victimas o testigos, e incluso pudimos ver los argumentos de la propia inductora que negaba los hechos, incluso habiéndose probado documentalmente. Escalofriantes declaraciones.
Después de la proyección fue mi turno, rompí un poco el hielo, contando precisamente que en mi nacimiento, mi tía abogada de presos políticos en el franquismo, conocedora de que a las presas se les robaba los recién nacidos, y en clínicas privadas solían "cambiar" a los niños por error, negligencia o premeditadamente, ella tuvo la osadía y la determinación de marcar con un bolígrafo una "X" en mi talón para que se supiera que ése recién nacido era su verdadero sobrino.
Al comienzo de la conferencia, me encontré algo desubicado, pero decidí que no podía leer todo lo que había preparado. Así que imaginándome una clase, cogí el micrófono inalámbrico y di la charla de pie como suelo hacer delante de mis alumnos. Louis Obis muy amablemente, pasaba las diapositivas. Se me hizo corta, pero parece que a las más de 60 personas les gustó, y entendieron mis balbuceos en "Frañol", un "lenguaje romance" de los exiliados españoles en Francia... es mi caso, idioma que logro hablar pero con mucho acento y más fallos gramaticales... Me fijé que incluso habia personas que tomaban notas... mientras hablaba, ahora sé que era la maestra del pueblo, que le interesa la historia y piensa crear una unidad didáctica para el curso que viene, donde pueda tratar la guerra, exilio, resistencia, deportación, colaboracionismo y post-guerra a través de la figura de Enric Moner. Es estupendo y estoy agradecido...
Además de mis amigo entre otros Emita Diaz de Vegar, Sergio Barba, y Lluis Fontané, también se encontraban algunos descendientes de Enric Moner entre el público, ése era mi propósito inicial cuando comencé éste trabajo de investigación. Estoy muy contento por haber tenido la oportunidad de realizarlo.
Tengo que agradecer a Raymond San Geroteo por todo su apoyo, extensible a todo su equipo por acogerme tan bien ese fin de semana. Sin olvidarme de mi buen amigo Enrique Urraca de Diego por acompañarme y darme ánimos.