Esta semana he ido a la feria del libro donde se montan unos puestos cada octubre en el Arenal de Bilbao, al borde del rio Nervión y espacio arbolado a la salida del Casco Viejo.
Solo encontré una reseña en Twiter, que parece que es el modo de moda para comunicar eventos, de la presentación del libro de Etxahun Galparsoro "Bilbao en Mauthausen". Y prólogo de Benito Bermejo.
En la introducción Ander Izagirre, nos dijo que Etxahun era Donostiarra de 1980, y que trabaja en los archivos perteneciente a los Benedictinos en Lazkao en la comarca del Goierri Guipuzkoano.
Etxahun nos contó que ya adolescente y después de oír en su niñez un sin fin de anécdotas que su tío Marcelino Bilbao contaba en las reuniones familiares, donde todos oían en silencio, sintió la necesidad de grabarlas en cassette. Así que empezó a entrevistar a su tío durante unos cuantos años.
En el libro el autor se basa en los testimonios orales y sus transcripciones, además de un manuscrito que el propio Marcelino escribió en los años 60, y también en las entrevistas que concedió. Todo lo narrado se basa en las propias vivencias de su tío, nada que él no haya contado. Las referencias históricas que cubren la vida de Marcelino, Etxahun las adhiere con precisión como historiador que es, pues las historias que iba recogiendo no estaban ordenadas y «uno no se puede fiar de la memoria, pero Marcelino se podía equivocar o mezclar cosas, pero no mentía» y eso lo fue viendo poco a poco el autor cuando las constataba.
Marcelino contaba sus anécdotas como terapia, una terapia para soportar un trauma con la que su familia tuvo que convivir también, pues además de haber pasado lo incomprensible e inhumano, tuvo que cargar con ello el resto de su vida. «La post-guerra fue terrible para los supervivientes», preguntándose donde estaba este o aquel, asintiendo por no saber de tantos otros, e incrédulos por no comprender del todo cómo por suerte estaban vivos,
El libro pretende dar a conocer, que los vascos también participaron en esta contienda europea y mundial, que junto a otros jóvenes lucharon contra el fascismo y lo pagaron caro.